Si eres amante de los gatos seguro conoces a esta especie y si no lo eres ¿qué esperas para quedarte y aprender?
Estos peludos exploradores, compañeros de siesta, juguetones y curiosos animalitos los puedes encontrar de distintos colores, tamaños y características físicas, y, por supuesto, cada uno es un individuo único con su propia personalidad y carácter.
Sí, te puede sonar redundante que use tantas formas de decir que no hay dos gatos iguales, pero, es una realidad que lo puede asegurar cualquier persona que haya tenido alguna vez la oportunidad de convivir con uno de estos seres tan peculiares.
Ten en cuenta esto antes
Bien sea que pienses adoptar o regalar uno, te vamos a compartir primero un poco de su historia para que conozcas a este peludo personaje.
Aunque su nombre es gato himalayo, permite que te digamos que no es originario del Himalaya, sino de Suiza; se le dio ese nombre por tener un pelaje parecido al del conejo himalayo.
Su “nacimiento” como especie se data de los años 30 del siglo pasado, cuando dos investigadores de Estados Unidos decidieron cruzar a un gato persa y un gato siamés para obtener unas características específicas.
Lo que ellos querían lograr era un gato de pelo largo y nariz chata; esto respondía también al interés de aislar el gen responsable de los colores tipo point en los gatos. Por si no lo sabías, esto se refiere al patrón punteado de los colores en su pelo.
Llegar a tales características no solo les llevó mucho tiempo, sino, que dejó marcada a este especie para la historia y registro de los gatos. Te explico, en Europa los consideran una subespecie de los gatos persas pero en Estados Unidos son considerados una especie distinta.
Ahora que sabes cómo es posible que puedas tener a un gato himalayo en tu regazo y disfrutar de su compañía en tu vida diaria te compartimos los 10 consejos para cuidar a un gato himalayo.
1. Su pelo no se mantiene solo
Como puedes notar, esta especie tiene un pelo muy largo que necesita cuidado y atención, ya que, es muy fácil que se le formen nudos que luego pueden causarle daño cuando baña a hacerse su aseo.
Por eso debe peinarlo a diario, de manera delicada y suave, para impedir que se le enrede y, al menos, unas tres veces por semana con más esmero para deshacer los nudos que se le hayan podido formar.
¿El lado positivo? Tu gato se verá muy hermoso con su pelo liso y seguro que disfrutarán el tiempo juntos en esta actividad, recuerda también que le gusta ser mimado.
2. Sus ojos son muy delicados
¿Recuerdas que más arriba te comentamos que tiene la nariz hundida? Esto ocasiona que sus lagrimales tiendan a producir mucha lagaña, la cual debes retirar con sumo cuidado todos los días.
Para hacer esta limpieza, puedes utilizar una bolita de algodón humedecida o una gasa estéril para retirar el exceso. Por ningún concepto uses paños o tus dedos, ten siempre presente esto: sus ojos son muy delicados.
3. Su estómago te puede causar sustos
Las bolas de pelo, o tricobezoares, pueden ocasionarle problemas en el sistema digestivo; estos no son procesados por su estómago y por eso los regurgita.
Para evitarle este problema en su salud puedes darle malta o, en tal caso, aceite de parafina, así tendrá lubricado el tracto digestivo y no ocasionará daño cuando los expulse.
4. Sus dientes no calzan bien
Como consecuencia de su rostro aplanado, sus dientes no caen de manera correcta unos encima de otros (esto se conoce como mal oclusión dental), lo cual le ocasiona problemas con la mordida.
Adicional a esto, la limpieza semanal de sus dientes le evitará problemas de sarro y demás enfermedades periodontales. Para esta actividad te recomendamos comprarle una crema dental específica para gatos.
5. Sus orejas también necesitan atención
Es recomendable limpiar el exceso de cera en sus orejas, al menos, una vez al mes. Para esto puedes emplear una gasa estéril, así, evitarás irritaciones en el área.
6. Aunque no lo creas, necesita que lo bañes
Es cierto que los gatos se limpian a sí mismos empleando su lengua, sin embargo, recuerda que el gato himalayo tiene un pelaje muy largo, esto significa que no puede tener fácil acceso a todas partes y es posible que queden restos de comida o de algo que le pueda hacer daño que deben ser retirados.
Para ello, un buen baño cuando sea necesario, es recomendable una vez al mes así no le guste, le hará bien a su salud. Claro está, luego debes secarlo con un secador de pelo, idealmente, sin abusar de la temperatura del mismo.
7. No le gusta el ruido
El gato himalayo no es amigo de los ruidos, por eso podrás notar que, en hogares donde hay niños, se tensa y se pone nervioso ante cualquier sonido que no esté esperando.
Para entenderlo te ponemos este escenario: imagina que eres muy pequeño en comparación con los otros seres vivos y objetos y, de forma inesperada, una especie de monstruo hace un ruido y tú no sabes qué es eso ni qué te va a hacer. ¿Te asustarías? El cerebro de tu amigo peludo lo procesa así.
8. Tienden a ser obesos
Esta especie de gatos pueden engordar con mucha facilidad, ya que, son más bien sedentarios, no son curiosos ni inquietos, así que no queman toda la comida que consumen.
Una solución para este problema es dosificarle la cantidad de alimento y asegurarte que sea de calidad. Considera también que, puede llegar a pesar entre 5 y 10kg según sea macho o hembra.
9. No le gusta la soledad
El gato himalayo disfruta mucho la compañía de su familia, tanto sean otros gatos, perros o humanos. Por eso, no te recomendamos que lo dejes solo. De ser necesario puedes valerte de juguetes para que se distraiga, porque, como cualquier otro gato, le gusta jugar.
10. No es muy sociable
Te parecerá extraño que luego de decirte que es un gato que no le gusta estar solo te digamos ahora que no es muy sociable. Esto significa que puede pasar todo el día recostado a ti o con los demás miembros de la casa pero, ante un desconocido, será reservado, e incluso, podrá esconderse.